Saltar al contenido
Portada » EL DETERIORO DEL ESMALTE ¿CUÁNDO OCURRE?

EL DETERIORO DEL ESMALTE ¿CUÁNDO OCURRE?

¿Y qué pasa cuando se nos deteriora el esmalte?

Como ya hemos comentado es común que el esmalte se deteriore, ya sea por disolución si no tenemos cuidado con nuestra alimentación o por fractura, pero ¿cómo podemos saber cuando nuestro esmalte está deteriorado? Y lo más importante, ¿qué se puede hacer?

Cuando el esmalte está dañado el primer síntoma que podemos notar es cierta sensibilidad dental, molestias al comer o beber algo frío o caliente. Al principio, cuando la pérdida de esmalte aún es mínima, podemos notar una corriente dolorosa de solo unos segundos, pero si la pérdida continua el dolor puede durar minutos, y antes de darnos cuenta hemos dejado de comer nuestro helado preferido por la sensibilidad dental.

Cuanto mayor es la pérdida de esmalte, peores son los síntomas; los dientes pierden coloración y quedan amarillentos debido al color de la dentina que antes estaba cubierta por este esmalte. Ante una pérdida severa los dientes empiezan a perder su forma y a redondearse, y al final empezaran a aparecer picos en los filos de los dientes.

Tu dentista te examinará buscando la erosión en el esmalte, y puede recomendar diversos procedimientos según el nivel de deterioro. Es de vital importancia acudir al dentista cuando se empiezan a sufrir estos síntomas y realizarse chequeos periódicos para evitar procedimientos más complejos.

El tratamiento más común consiste en cubrir la pérdida de esmalte con productos artificiales como oro, plata, mercurio o plástico. Tu dentista también puede decidir hacer una corona artificial que rodee el diente si la pérdida de esmalte es grave.
Si llega a producirse además una infección en la encía sería necesario extraer el nervio central del diente o incluso extraer la pieza dental para sustituirla por otra.

En caso de síntomas es recomendable acudir al dentista cuanto antes, y en la Clínica Dental el Puente, tenemos a vuestra disposición todos los tratamientos para prevenir, mejorar y restaurar la pérdida y el deterioro del esmalte.